En 1990, se celebró la III Final Four de la historia en la localidad aragonesa de Zaragoza. El Barça de Aito se presentaba esta vez como favorito y dispuesto a romper con su maleficio. La entente David Wood - Audie Norris le daba al equipo un caliz especial y el equipo estaba jugando como nunca. La máquina azulgrana se paseaba en la ACB y la Euroliga era la espina clavada.
Enfrente estaba la Jugoplástika de Split con todo su arsenal: Perasovic, Ivanovic, Savic, pero sobretodo Toni Kukoc y Dino Radja.
Los otros dos rivales en la Final Four, eran los franceses del Limoges y el Aris de Gallis y Yannakis. Los dos fueron eliminados sin contemplaciones por catalanes y croatas.
Era la final esperada. Los azulgrana jugaban como en casa, pero su rival tenía una inmesa calidad. De los mejores de la historia, la Jugoplástika de Split de Bozidar Malkjovic.
Sin embargo, creo que aquí hay un hecho que favoreció enormemente a los croatas. Creo sinceramente que había igualdad en cuanto plantillas (el Barcelona tenía a Trumbo lesionado) pero en el componente psicológico la Jugoplástika llevaba ventaja. Mucha ventaja quizás, pues los azulgrana tenía una terrible ansiedad por ganar la Copa de Europa.
Y seguramente eso acabó inclinando la balance. El Barça, jugando en casa, era superior a los yugoslavos, pero la presión pudo con ellos.
Ganó la Jugoplástika. La cara de Epi al acabar el partido era todo un poema. Una nueva derrota. Y lo peor, es que no sería la última
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