lunes, 2 de junio de 2008

La batalla por el poder

El Partido Popular, máximo referente de la derecha española, está viviendo una auténtica batalla por el poder. Detrás de diferencias ideológicas se esconde la erótica del poder y conseguir imponer tu corriente o línea de trabajo.
El actual Partido Popular se nutre de votos de gente de extrema derecha, conservadores, centristas, liberales y lo cierto es que la diferencia ideológica entre unos y otros es muy grande y las divergencias son enormes.
La corriente "unionista" o línea dura, que se nutre mediáticamente de la COPE y del diario El Mundo, está formado por personas que abogan por devolver competencias al Estado, difuminar el actual estado de las autonomías y que además todavía pone en duda la autoría yihadista del atentado del 11-M. Una corriente que no admite el relativismo (o todo o nada), que no admite el gris (un color feo pero que existe), al que le gusta de tensar la cuerda y que sus altos y firmes valores morales (el fariseismo moral) deben ser su bandera ante sus votantes.
La corriente "reformista" que abandera Rajoy, que aboga por acercarse a los nacionalismos moderados y hacer un giro al centro, ideológicamente tiene un estilo y unas formas muy diferentes de los anteriores. No ponen en duda la autoría del atentado (es más mejor pasar página) y defienden el actual estado de las autonomías.
Un tema para mi crucial es la actitud del "gendarme" Jiménez Losantos que ha acosado día si día también a nacionalistas, centristas e izquierdistas, acusándolos de "perversos" por su naturaleza. Ahora la derecha más farisea se encuentra con la misma medicina que ha sembrado y el gendarme se les echa encima (básicamente a Gallardón y Rajoy, por centristas y acomplejados...)
Espero que Rajoy gane el Congreso de junio y opté por esa línea política centrista y reformista. Aunque no descarten que se acabe formando un segundo partido a la derecha del PP y al que Aznar, San Gil, Alejo Vidal Quadras y otros tantos se sentirían como pez en el agua.
El día que estos últimos pongan el grito en el cielo por el sistema de concierto económico del País Vasco y Navarra (que es lo más insolidario del mundo) y en cambio si lo hacen con el Estatut de Catalunya por defender la bilatelaridad Estado-Autonomía,les aplaudiré y quizás creería en una España Federal. Pero nunca lo harán.

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