Quizás suenen más los nombres de Pedro Delgado (Perico), Angel Arroyo o Marino Lejarreta, pero Alberto Fernández (n.p.d) era una de los mejores corredores de su generación.Un excelente escalador (de los mejores) y un notable contrarrelojista, circunstancia que lo hubiera podido catapultar a una magnífica posición en un Tour (hablando hipoteticamente).
En su palmarés destacan el 3º puesto en el Giro de Italia de 1983 más dos victorias de etapa, también un 3º puesto en la Vuelta a España de ese mismo año, una de las ediciones más recordadas de todos los tiempos. Aquella Vuelta la ganó Hinault pero la honra se la llevaron los españoles. Además, es importante reseñar que Alberto sufrió un catarro a mitad de la prueba lo que le impidió plantar cara al final al francés (Bernard Hinaul)
En 1984, la suerte, otra vez esquiva en su vida, le impidió ganar la Vuelta a España por sólo 6 míseros segundos. Un francés semidesconocido, Eric Caritoux, se la birló.
Y fue en diciembre de ese mismo año que la carretera truncó una carrera ciclista que muy probablemente le hubiera podido llevar al pódium en un Tour.
Si Angel Arroyo pudo ser segundo y sexto en dos Tour, Alberto Fernández, más completo y explosivo, hubiera podido igualar o superar esos éxitos, considerados una proeza en aquellas tiempos. Quizás no hubiera llegado al nivel de fama y logros de Perico Delgado, pero poco le hubiera faltado.
Eran cuatro grandes del ciclismo español en los 80: Perico Delgado, Angel Arroyo, Marino Lejarreta y Alberto Fernández "el galletas".
Nunca sabremos hasta donde hubiera podido llegar "el galletas" pero en algunos sueños lo veo vistiendo el maillot amarillo del Tour de Francia............
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