Fue sin duda uno de los partidos más tristes en la historia del barcelonismo. Se perdía una Copa de Europa en Sevilla frente a un semidesconocido Steaua de Bucarest.
Aquella tanda de penaltis maldita. Aquel portero rumano, Duckadam, nos privó de aquel sueño de juventud.
Años más tarde, Johan Cruyff empezaría a crear un equipo, el Dream Team, que ganaría y acabaría con las urgencias históricas.
Pero aquel día, siete de junio de mil novecientos ochenta y seis, la historia no la escribiria el Barcelona sino el Steaua de Bucarest.
Aquella tanda de penaltis maldita. Aquel portero rumano, Duckadam, nos privó de aquel sueño de juventud.
Años más tarde, Johan Cruyff empezaría a crear un equipo, el Dream Team, que ganaría y acabaría con las urgencias históricas.
Pero aquel día, siete de junio de mil novecientos ochenta y seis, la historia no la escribiria el Barcelona sino el Steaua de Bucarest.
No hay comentarios:
Publicar un comentario