domingo, 24 de febrero de 2008

Aquel domingo de Septiembre, la Valbuena

Una mañana que jamás olvidaré, fue sin duda mi participación en la pedalada ciclista "Marcha Valbuena", que transcurrió allá por el mes de septiembre del año pasado, en la orografía del Garraf y alrededores.
Me presenté en el punto de partida con un grave handicap, un error imperdonable, pues prácticamente no había desayunado y ya estaba presto a tomar parte en la carrera con mi mountain bike. Creí erróneamente que ya me alimentaría en los dos avituallamientos establecidos por la organización.
Eran las 08:15 de la mañana y me dispuse con mucha ilusión a participar en la "Valbuena". Llevaba un petate con algo de comida, un red-bull, un bidón con sales minerales, gel de energía y una barrita energética.
Enseguida me di cuenta de que no iba fino y a la primera cuesta, en la que tenías que levantarte de la bici y llevarla a cuestas, vi las estrellas. La carrera continua y se dirige hacía caminos de tierra sin asfaltar y voy viendo como la gente me va adelantando sin piedad.
Van cayendo los minutos y te das cuenta de que esto es muy duro, además hace mucha calor y uno empieza a sufrir de lo lindo. Y lo que es peor, el primer avituallamiento no llega.....nunca.
La carrera sigue cuesta arriba y llega un momento en que pienso en abandonar, pero que "narices" estoy aquí y pienso que no debe quedar tanto.
Sobre las 12:00 horas llegó por fin al primer avituallamiento: bebo algo y como un par de platanos, me hacía mucha falta ese pequeño descanso. Prosigo mi marcha
Ahora viene un recorrido de bajadas.....pienso que será fácil y sencillo, pero todo se complica tras un pinchazo, por suerte me topé con un grupito de chicos, que me cambían la cámara y decido continuar el viaje con ellos.
Hacía calor, mucha calor, pero la compañía en grupo hace algo menos duro el viaje.
La carrera sigue cuesta arriba y eso me obliga a hacer un sobreesfuerzo cuando ya estoy bastante agotado, pero bueno con los nuevos colegas se hace mejor.
Subimos para arriba, para arriba, venga que ya está....y creí que después de la subida vendría toda una bajada, calculé mal las fuerzas y me encontré con más llanos y caminos de tierra mal asfaltados.
Pierdo el contacto con el grupo y me quedo sin fuerzas, tirado por algún lugar perdido de las montañas del Garraf. En ese momento sufro un desfallecimiento, sin fuerzas. Estaba asustado.
Mi posición en la carrera ya era en la cola del pelotón, así que desde el suelo y estirado vi pasar a los pocos ciclistas que iban detrás mío, hasta que me convertí en el último del pelotón.
Pensé lo peor. Pero saqué fuerzas de flaqueza y llegué al último avituallamiento. Llené mi estómago a base de fruta,bebida energética y cómo el camino era todo descenso, eso me animó bastante.
Hacía mucha calor.....y estaba sólo en medio de montañas, no pasaba nadie y casi estaba perdido.
Seguí bajando, bajando, hasta intentar llegar a la carretera general.
Allí tuve un problema que pudo ser muy grave, pues no encontré ninguna señalización. Derecha o izquierda, que camino era el correcto ?. Fuerzas tenía pocas, así que no estaba el tema para tomar un camino erróneo. Por suerte una pista me indicó la carretera a seguir y empecé a pedalear.
Cuando divisé la llegada, mi pequeña aventura llegaba a su fin, lo había conseguido.
Eran las 14:15, tras 6 horas de sufrimiento y cuando los organizadores ya estaban plegando el chiringuito. Incluso algún maleducado me dijo que "si eran horas de llegar.......".
Me dieron mi bocadillo y trofeo por llegar a meta y me dirigí a mis coche, para llegar a casa.

Nunca olvidaré aquella mañana de septiembre....

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