La crisis del tocho

Hay un principio básico en economia (y la bolsa es el fiel reflejo) de que todo lo que sube, baja. El sector inmobiliario de este país está sufriendo uno de las crisis más fuertes de las últimas decadas.

A caballo de las bajadas en los Estados Unidos y en el Reino Unido, el sector de la construcción en España no ha sido finalmente una excepción y llegó el final de años y años subiendo y subiendo.....parecía que nunca iba a parar.

Pero vayamos por partes, por qué no paró de subir. Fueron varios los motivos.

Primero, una situación económica muy favorable que hacía posible que el sector tirara del carro de la economía de este país. Segundo, tipos de interés favorables para que las familias pudieran endeudarse con hipotecas a 30 años. Tercero, unas desgravaciones fiscales exageradamente permisivas, que permiten deducirse en cuota del IRPF importantes cantidades. Cuarto, la falta de políticas por parte de las diferentes administraciones (ayuntamientos y administración estatal) de vivienda de protección oficial. Quinto, la cultura del "por lo que cuesta un alquiler, me endeudo", que parecía que pagar por un alquiler es de tontos, mientras que en toda Europa el alquiler es lo más habitual tanto en familias como en jóvenes.

Demasiados factores jugando a favor de los constructores y promotores que podían permitirse el lujo de los subir los precios de una vivienda, desde la compra en plano hasta la finalización de la misma.

Ahora las cosas han cambiado, hay una evidente desaceleración económica y el sector está tocado. Vuelve a aparecer la sombra de los impagados, lo que acaba provocando que algunas sociedades tengan que cerrar. Aparece otra vez en nuestro país el fantasma del paro.

Es el momento de potenciar la vivienda de alquiler de protección oficial y de favorecer a los inversores-promotores que arriesguen su dinero construyendo viviendas a un precio comedido.

Con ello también se corregiría el exagerado precio de algunas viviendas de nuestro país,